Hoy el baul estaba un poco melancólico. Al abrirse solto como un quejido, un sonido que evocó un relato del pasado. Amor y guerra..
Sentada en la silla, observaba la puesta de sol en la cima de aquella montaña que tenía enfrente.
No podía dejar de pensar en él, hacia tiempo que había marchado y aunque sus noticias eran diarias, le añoraba como si una parte de su corazón estuviera sin funcionar, y solamente, fuera el la persona capaz de hacer que latiera al unísono.
De repente un sonido alerto sus pensamientos. Estaba tan absorta en ellos que no se dio cuenta que un vehículo estaba acercándose a su casa.
Era un coche oficial, negro. Un sobrecogedor escalofrió recorrió su cuerpo. Ese tipo de visitas nunca eran buenas, solo traían desgracias.
Su respiración se aceleró. Los ojos se empañaron de lagrimas que querían salir pero que se contenían en sus bonitos ojos verdes como diciendo, no saldremos, no queremos, hoy no..
La puerta se abrió. De ella salió un oficial uniformado. Su semblante era serio y en su mano portaba un documento.
Miró hacia abajo..saludó y le entregó la carta. Lo siento..dijo, si necesita algo, estamos para servirla.
La dio un abrazo se giró y montándose en el coche se alejó del lugar formando una polvareda que en el crepúsculo de la incipiente noche hacia de niebla.
Ella se desplomó en la entrada. Sus manos temblaban con el sobre en la mano. No se atrevía a abrirlo..
Con decisión rompió el sobre. Dentro de el una carta, era de el y anexa una del gobierno, decía así:
Mi amor, aun en el fragor de la batalla las balas susurran tu nombre. No tengo miedo a morir, mas si lo tengo a perderte.
Es duro convivir en la trinchera, no me va mal, el otro día me hirieron en un brazo, mas no te preocupes, estoy bien solo fue un rasguño.
Te amo, eres lo mas importante de mi vida. Cuando las bombas caen cerca apenas puedo oírlas, porque es mas fuerte el latido de mi corazón por ti.
Seguro que cuando leas esta carta, pensaras que aun estoy a tu lado, y estas en lo cierto. Nada ni nadie podrá separarme de ti, nunca, ni el dolor de la guerra, ni la muerte.
Estamos en una loma complicada, y es posible que no lleguen los refuerzos. Apenas somos una centena de valientes hombres con nuestros fusiles, aunque el enemigo es mas poderoso y numeroso.
La misión es difícil, pero cada bala que disparo es un minuto mas cerca de ti, mi amor. Esta carta es parte de mi alma, si la estas leyendo, es que mi cuerpo ha caído en la batalla, pero no mi amor por ti.
Mi espíritu ha volado con ella hasta ti, tiene el olor de la pólvora y la sangre, pero es puro como tu nombre.
Te amo..y siempre estaré a tu lado.
En ese momento..las lagrimas recorrieron su bonito rostro acariciándolo. Su sabor salado se mezclaba con la tinta de la carta, que al caer sobre ella, dibujaba corazones emborronados .
Miró al cielo, y allí, una estrella lucía con intensidad, saludandola desde lo alto, con amor.
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